Una meta clave para invertir es tener la capacidad para mantenerse al día con el costo de vida. Si sobreprotege su dinero, podría dejar de ganar lo suficiente como para mantenerse al día con la inflación o con el aumento de precios conforme pasa el tiempo.
Por ejemplo, supongamos que usted acumuló $1,000 en una cuenta de ahorros. Después de 10 años, y con una tasa de interés del 1 por ciento, tendrá casi $1,105. Sin embargo, si la inflación anual es del 2.5 por ciento en promedio, necesitaría al menos un mínimo de $1,280 después de 10 años solo para mantenerse al día con el alza de precios.
Por otro lado, invertir sus $1,000 podría tal vez darle mejores resultados. Es importante saber que los diferentes tipos de inversiones conllevan diferentes riesgos. Por ejemplo, se considera que las acciones por lo general son más riesgosas que los bonos, pero tradicionalmente han devengado rendimientos más altos (aunque el desempeño pasado no es una garantía de resultados a futuro). Invertir por 10 años o más le deja algo de tiempo para tal vez recuperarse de cualquier recesión y así poder sentirse tranquilo con un fondo invertido en acciones. Si pone sus $1,000 en un fondo que busca seguir el rendimiento del mercado de valores, e hipotéticamente obtiene un rendimiento anual del 7 por ciento, tendría el potencial de casi duplicar su dinero en una década, y terminar con $1,967.
Por supuesto, no se puede asegurar que ganará este u otro rendimiento en sus inversiones. Este es un ejemplo hipotético. Aunque la mayoría de las cuentas de ahorros están aseguradas por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (Federal Deposit Insurance Corporation, o FDIC) hasta cierta cantidad, no existe un seguro de este tipo para inversiones. Usted necesita considerar todas las posibilidades antes de tomar la decisión de invertir.